lunes, 19 de septiembre de 2011

Que es la psoriasis ?

La psoriasis es una enfermedad crónica la cual se caracteriza por presentar lesiones cutáneas definidas, con escamas, inflamación, enrojecimiento y resequedad en la piel. Estos síntomas se dan en episodios que varían en su gravedad. En muchos casos, desaparece y luego se reactiva repetidas veces con el paso del tiempo.

La psoriasis se plantea como hereditaria; la misma puede desarrollarse de manera brusca o gradual y a cualquier edad (si bien es habitual que surja entre los 15 y los 35 años de edad aproximadamente). La psoriasis parece ser un trastorno hereditario.

Los médicos piensan que probablemente ocurre cuando el sistema inmunitario del cuerpo confunde erróneamente células sanas por sustancias peligrosas. Se entiende como una respuesta inflamatoria.

Las células cutáneas crecen en lo profundo de la piel y normalmente suben hasta la superficie aproximadamente una vez al mes. En las personas con psoriasis, este proceso es demasiado rápido (aproximadamente dos semanas, en lugar de las cuatro) y las células cutáneas muertas se acumulan en la superficie de la piel.



Los siguientes factores pueden desencadenar un ataque de psoriasis o hacer que la afección sea más difícil de tratar:

• Bacterias o infecciones virales, incluso faringitis estreptocócica e infecciones de las vías respiratorias altas.
• Aire o piel seca.
• Lesión en la piel, incluso cortaduras, quemaduras y picaduras de insectos.
• Algunos medicamentos.
• Estrés.
• Muy poca luz solar.
• Exceso de luz solar (quemadura solar).
• Exceso de alcohol



La psoriasis puede afectar cualquiera o todas las partes de la piel. Existen cinco tipos principales de psoriasis:

• Eritrodérmica: el enrojecimiento de la piel es muy intenso y cubre un área grande.
• En gotas (guttata): aparecen pequeñas manchas entre rojas y rosadas en la piel.
• Inversa: el enrojecimiento e irritación de la piel ocurre en las axilas, la ingle y entre la piel superpuesta.
• En placa: parches de piel rojos y gruesos cubiertos por escamas de plateadas a blancas. Éste es el tipo más común de psoriasis.
• Pustular: ampollas blancas que están rodeadas de piel roja e irritada.


Esta enfermedad no se puede propagar a otras personas. Sin embargo, como consecuencia de su impronta visual puede generar un profundo deterioro en la calidad de vida de los individuos a nivel social y en cuanto a su imagen personal.

Pacientes con cáncer de mama. Fundamentos del Grupo de Apoyo Psicoterapéutico

Aspectos Generales


El comienzo de una enfermedad supone para la persona la pérdida de control del propio cuerpo y del mundo circundante. Con frecuencia, la experiencia de una enfermedad, por primera vez en la vida, produce una profunda sensación de vulnerabilidad y de pérdida de la autoestima. El hecho de enfermar cambia los puntos de vista del paciente respecto del futuro y de los demás. Su imagen de si mismo pasa a ser distinta a la de las personas sanas.

Las intervenciones médicas tratan los aspectos físicos de la enfermedad. Las psicológicas se orientan a las distorsiones en su mirada personal, al impacto emocional y a los sentimientos de pérdida de control que acompañan el comienzo de una enfermedad. Buscan beneficiar la adaptación personal fortaleciendo los recursos individuales.

La enfermedad no es un estado estático sino dinámico, en el cual la interacción entre los factores biológicos, psicológicos y sociales determina el curso, los modos de enfrentamiento y por lo tanto los resultados de la misma. Un abordaje integral favorecerá la respuesta de los pacientes



Aspectos Particulares

La experiencia por la que se atraviesa al sufrir cáncer de mama no depende solamente del pronóstico médico y del alcance del tratamiento, sino también se basa en gran medida en las conceptualizaciones previas de la enfermedad que tenga la mujer y en su estado psicológico.

A la mayoría de las mujeres, independientemente de su estado de ánimo anterior, el trauma del diagnóstico y los posteriores tratamientos les provoca reacciones de ansiedad, tristeza, indefensión y a veces hasta desesperanza. El diagnóstico genera un impacto emocional agudo al cual el psiquismo reacciona a través de un proceso adaptativo.

Se movilizan cuestiones vinculadas a los afectos, sensaciones de pérdida, temores al dolor, al cambio, a la posible muerte, a su cuerpo, a los roles, etc.




Grupo de Apoyo Psicoterapéutico


La terapia grupal se basa en el supuesto teórico de que, cuando un grupo se reúne, surge y genera un proceso único. Las personas que cursan una enfermedad médica acuden a un grupo terapéutico para tratar su problema físico, más que para aprender sobre los aspectos emocionales de su vida. Funciona como un grupo de apoyo. El mismo se constituye para afrontar las dificultades psicológicas producidas a partir de la enfermedad.

Existen claras evidencias de la eficacia de la terapia de grupo en las pacientes con cáncer de mama. Un grupo conducido de forma profesional sirve para orientar, interpretar, contener y ayudar a expresar los sentimientos. A su vez tiene la ventaja de que las pacientes aprendan y perfeccionen sus capacidades interpersonales en un medio real.


Objetivo General

Contribuir al afrontamiento de la enfermedad y fomentar la calidad de vida de las pacientes.

Objetivos Específicos

Brindar un espacio de contención.

Mejorar el conocimiento que la paciente tiene de su enfermedad con la convicción de que esto la tranquiliza y ayuda a enfrentar mejor su problemática.

Confrontarle con la existencia de otras personas con su misma problemática, pudiendo expresar cuestiones que en otro ámbito entiende que no es posible.

Generar la sensación que la persona puede enfrentar la situación y sentirse partícipe de su propia mejoría.

Potenciar la adhesión al tratamiento médico.

Fortalecer y promover recursos psicológicos personales: tanto cognitivos como emocionales.

Favorecer ante cualquier otra área disfuncional de su vida, así como acerca de la importancia de los aspectos relacionales, ya sean familiares o sociales.

Promover hábitos de vida saludables.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Las Pérdidas y el Proceso de Duelo


Sólo las personas que son capaces de amar intensamente pueden sufrir también un gran dolor, pero esta misma necesidad de amar sirve para contrarrestar su dolor y curarles.


Tolstoy




A lo largo de la historia individual las personas sufren pérdidas y cada una de ellos responde de forma distinta.

Para poder entender plenamente el impacto de una pérdida y el comportamiento humano al que va asociada, se debe entender un poco el significado de apego. Existe una considerable cantidad de bibliografía psicológica y psiquiátrica acerca del apego. Una de las figuras clave en este pensamiento es el psiquiatra británico John Bowlby. Su teoría del apego nos ofrece una manera de conceptualizar la tendencia de los seres humanos a establecer fuertes lazos emocionales con otras personas y una manera de entender las fuertes reacciones emocionales que se producen cuando dichos lazos se ven amenazados o se rompen.

La tesis de Bowlby es que estos apegos provienen de la necesidad que tenemos de protección y seguridad; se desarrollan a una edad temprana, se dirigen hacia unas pocas personas específicas y tienden a perdurar a lo largo de gran parte del ciclo vital. Establecer estos vínculos con otros seres significativos se considera una conducta normal no sólo en los niños sino también en los adultos.
La conducta de apego la ilustran muy bien las crías de los animales y los niños pequeños que, a medida que crecen, se alejan de la figura de apego durante períodos de tiempo cada vez más largos, para buscar en un radio cada vez más amplio de su ambiente. Pero siempre vuelven a la figura de apego en busca de protección y seguridad. Cuando dicha figura desaparece o se ve amenazada, la respuesta es de intensa ansiedad y fuerte protesta emocional. Bowlby sugiere que los padres proporcionan al niño la base de operaciones segura a partir de la cual explorar. Esta relación determina la capacidad del niño para establecer lazos afectivos más tarde en la vida adulta.

Si la meta de la conducta de apego es mantener un lazo afectivo, las situaciones que ponen en peligro este lazo generan ciertas reacciones muy específicas. Cuanto mayor es el potencial de pérdida más intensas son estas reacciones. Es evidente que todos los humanos sufren en mayor o menor medida el duelo por una pérdida.




Se entiende al duelo como un cuadro psicopatológico

El psiquiatra George Engel plantea que la pérdida de un ser amado es psicológicamente tan traumático como herirse o quemarse gravemente lo es en el plano fisiológico. Argumente que el duelo representa una desviación del estado de salud y bienestar, e igual que es necesario curarse en la esfera de lo fisiológico para devolver al cuerpo su equilibrio homeostático, asimismo se necesita un período de tiempo para que la persona en duelo vuelva a un estado de equilibrio similar. Por esta razón el proceso de duelo es similar al proceso de curación. Al igual que en la curación física, se puede restaurar el funcionamiento total o casi total, pero también hay casos de funcionamiento y de curación inadecuados y de la misma manera que los términos sano y patológico se aplican a los distintos cursos en el proceso de curación fisiológica, también se pueden aplicar al curso que toma el proceso de duelo.



¿Es necesario elaborar el duelo?

Luego del enfoque planteado con anterioridad que claro que después de sufrir una pérdida, hay ciertos momentos que deben realizarse para restablecer el equilibrio y para completar el proceso de duelo.

En el proceso de duelo, es decir, en la adaptación a la pérdida, se deben producir cuatro momentos básicos para poder completarlo. A saber:

• Aceptar la realidad de la pérdida.
• Trabajar las emociones y el dolor de la pérdida.
• Adaptarse a un medio en el que el fallecido está ausente.
• Recolocar al fallecido emocionalmente y continuar viviendo.



Finalización del duelo

Es muy difícil establecer un tiempo estándar para esto, se entiende que el duelo ha acabado cuando una persona establece la última fase del duelo, la restitución. Un punto de referencia de un duelo acabado es cuando la persona es capaz de pensar en el fallecido sin dolor. Siempre hay una sensación de tristeza cuando se piensa en alguien querido y perdido, pero es un tipo de tristeza diferente, no tiene la cualidad de sacudida que tenía previamente. Se puede pensar en el fallecido sin manifestaciones físicas como llanto intenso o sensación de opresión en el pecho. Además, el duelo acaba cuando una persona puede volver a depositar sus emociones en la vida y en los vivos.



Reacciones normales en el proceso de duelo

El término de duelo normal, o también llamado duelo no complicado, abarca un amplio rango de sentimientos y conductas que son normales luego de una pérdida.


Dentro de los cuales se encuentran ciertos patrones similares que abarcarían:

1- Algún tipo de malestar somático o corporal.
2- Preocupación por la imagen del fallecido.
3- Culpa relacionada con el fallecido con las circunstancias de la muerte.
4- Reacciones hostiles.
5- Incapacidad para funcionar como lo hacía antes de la muerte.


Para completar lo antes señalado se agregan sentimientos, como la tristeza; el enfado (el cual suele ser uno de los sentimientos más desconcertantes para le persona, y como tal es la base de muchos de los problemas en el proceso de duelo); la culpa; la soledad y/o la impotencia.



Factores determinantes del duelo

Si se evalúa a un gran número de personas en duelo se encontrará un amplio rango de conductas reflejadas en los parámetros mencionados, aunque todas se manifestarán de acuerdo a pautas individuales. Puede darse que para algunas personas el duelo es una experiencia muy intensa, mientras que para otros puede ser bastante leve. Para algunos el duelo empieza en el momento en que conocen la pérdida, mientras que para otros es una experiencia retardada. Estas variaciones se deben tanto al nivel evolutivo de la persona y a cuestiones conflictivas implicadas como también a otra serie de factores determinantes, como:

• Quién era la persona fallecida.
• La naturaleza del apego.
La fuerza del apego.
La seguridad del mismo.
La ambivalencia en la relación.
Posibles conflictos con el fallecido.
• El tipo de muerte.
• Antecedentes históricos (cómo se elaboraron pérdidas anteriores).
• Variables de personalidad.



Duelo y depresión

Se ha intentado con anterioridad mostrar una realidad, la cual es difícil de superar, pero que es necesaria y por la cual atraviesan todas las personas en mayor o menor medida luego de experimentar la pérdida de un ser querido. De hecho es necesario atravesar por un duelo para poder elaborar la ausencia producida. Algunos procesos de duelo pueden complicarse, los cuales es necesario tratarlos para evitar dificultades posteriores.
Las principales entre el duelo y la depresión son éstas: en ambos se pueden encontrar los síntomas clásicos de trastorno de sueño, trastorno del apetito e intensa tristeza. Sin embargo, en el duelo no hay pérdida de autoestima que se encuentra en la mayoría de las depresiones clínicas. Es decir, las personas que han perdido a alguien no se consideran menos a causa de la pérdida o si lo hacen, tiende a ser sólo durante un breve período de tiempo. Y en el caso de experimentarse culpa, es asociada a algún aspecto específico de la pérdida más que un sentimiento de culpabilidad general.

Hasta aquí se ha intentado aclarar conceptos los cuales suelen ser utilizados en el lenguaje diario, sin tener una idea total de su alcance. Es necesario aceptar estos procesos de pérdida y reparación como parte de la existencia misma. Procesos los cuales llevan su curso y en momentos precisan ser ayudados.