jueves, 20 de octubre de 2011

Promover un Cuerpo Activo

Se ha comprobado que la actividad física contribuye prevenir muchas enfermedades y genera un beneficio sustancial en la salud y bienestar general. La realización de ejercicio de manera regular es una parte fundamental en el cuidado personal. El hacer de la actividad física un hábito en nuestras vidas debería ser una meta.

Si logramos incorporar la actividad en nuestra vida cotidiana, lograremos luego que nuestro cuerpo mismo es quien necesita ejercitarse y eso nos hace sentir una profunda plenitud. Lo que hay que lograr es habituarse a ello.

La actividad física no sólo logra quemar calorías sino que genera un efecto persistente sobre el metabolismo: ayuda a disminuir los factores de riesgo (presión arterial, colesterol y glucosa en sangre) y a prevenir o controlar la diabetes; disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardio y cerebrovasculares; ayuda a reducir el estrés, la depresión y la ansiedad; favorece el rendimiento general y aumenta el nivel de energía; mejora la flexibilidad y la postura; disminuye la pérdida de masa muscular y ayuda a mantener un peso adecuado y saludable.