jueves, 28 de febrero de 2019

Diversos abordajes en psicoterapia I

En sucesivas entradas comentaremos algunos de los principales estilos de abordaje 
psicoterapeuticos. Los mismos se basan en marcos teóricos particulares .

Terapia Cognitiva Conductual 


Es una psicoterapia estructurada, focalizada y orientada al tiempo presente, que combina la terapia cognitiva, la cual estudia los pensamientos y creencias no deseados, con la terapia conductual, que se centra en la conducta como respuesta a estos pensamientos.



El terapeuta cognitivo conductual trabaja con un conjunto de técnicas, para identificar los pensamientos que causan las emociones y las conductas problemáticas.
El paciente aprende a modificar estos pensamientos, lo que a su vez, permite respuestas más apropiadas y positivas para su vida.
En otras palabras, la TCC, se basa en la comprensión de cómo piensa cada persona acerca de sí mismo, de otras personas y del mundo que le rodea. La TCC puede ayudar a modificar la forma cómo piensa (“cognitivo”) y cómo actúa (“conductual”), y estos cambios le pueden ayudar a sentirse mejor. La TCC se centra en problemas y dificultades del “aquí y ahora”, en lugar de centrarse en las causas de su angustia o síntomas del pasado, y ayuda a mejorar de forma duradera su estado anímico.
La TCC utiliza una variedad de técnicas cognitivas y conductuales, pero no se define por aplicar solamente estas estrategias. Desarrolla diversas técnicas de resolución de problemas y se nutre de muchas otras, que toma de varias corrientes psicoterapéuticas: incluyendo terapia dialéctica conductual, terapia de aceptación y compromiso, terapia centrada en la compasión, mindfulness, terapia centrada en soluciones, entrevistas motivacionales y psicoterapia interpersonal.

martes, 26 de febrero de 2019

Generalidades sobre el trastorno de pánico


Un elevado porcentaje de la población ha sufrido alguna vez un ataque de pánico en relación a situaciones estresantes o vividas con una gran carga de ansiedad.
Tras un primer ataque, es posible que los sucesivos ya no estén relacionados con situaciones de estrés, sino que surjan de modo inesperado o no relacionados con ninguna situación ambiental.
Los trastornos de pánico son más frecuentes en mujeres que en hombres.
Casi la mitad de las personas que sufren ataques de pánico suelen presentar también agorafobia.
Por lo general, el primer ataque de pánico aparece en situaciones tales como exigencias laborales o escolares (época de exámenes), insomnio prolongado, abuso de drogas …
Conforme van apareciendo nuevos ataques de pánico, la persona desarrolla miedo e intranquilidad ante la posibilidad de que vuelvan a aparecer. Ésta preocupación incrementa la ansiedad y, paradójicamente, hace que sea más probable que aparezca un nuevo ataque de pánico.