martes, 7 de febrero de 2023

 QUE TENER EN CUENTA PARA EL CAMBIO DE COMPORTAMIENTO 


El valor de los pequeños pasos. Estos primeros pasos podemos verlos como el sembrado de un fruto que recogeremos en un futuro. Es importante que sembremos con cuidado, prestando atención a cómo lo estamos haciendo, y reconociendo los sentimientos que nos despiertan. Saber que la recompensa no será inmediata, por lo que tenemos que hacerlo despacio y sin perder de vista nuestro objetivo. Y sobre todo valorar el proceso.


La necesidad de practicar, practicar y practicar. Puede que desde el sembrado hasta la recolecta sea un proceso largo y complicado, pero lo importante es no desesperar Una de las herramientas más importantes para  conseguir introducir nuevos hábitos en nuestra vida es la Constancia. Mantener una actitud de ánimo respecto a un propósito nos ayudará a mantenernos firmes en la consecución de nuestros objetivos. 


La importancia de la experimentación con nuevas técnicas. Probablemente sea la primera vez que nos enfrentamos solos a algo que desconocemos, y por ello hay que darle valor a cada paso que damos, porque todo es nuevo y estamos aprendiendo a lo largo del camino. Y por supuesto probar diversas alternativas y adaptar a nuestro modo acciones y herramientas que nos sean funcionales.

 ¿CÓMO SE FORMAN LOS HÁBITOS? 

    Los hábitos se caracterizan por estar muy arraigados y porque pueden ejecutarse de forma automática. Cuesta mucho cambiar los hábitos. La clave de la adquisición de hábitos está en que la persona se habitúa a realizar las actividades esperadas. De esta manera la acción se incorpora a nuestra rutina diaria y se ejecuta sin tener que involucrar la conciencia.

    El hábito puede ser modificado. Para lograr transformarlo o extinguirlo, se requiere que no solamente tenga tengamos la conciencia de la necesidad de modificarlo, sino que de manera repetitiva se ejecute la conducta alternativa para modificarlo o eliminarlo. Para cambiar un hábito se necesita intención de querer hacerlo. Puede ser por deseo o por obligación, como comenzar una nueva dieta por motivos de salud. 

    Lógicamente, si es por deseo será a priori más fácil, aunque no está exento de dificultades. Es importante saber que los hábitos antiguos no se olvidan. Así pues, si se quiere cambiar algo hay que pensar qué nuevas rutinas se tienen que comenzar a hacer. En otras palabras, un hábito aprendido nunca se borra del todo y, en especial, si nos ha dado placer o ha dado contenido al tiempo

    Con toda esta información, podemos decir que nuestros hábitos se forman por la repetición constante sobre el tiempo. Si una acción es persistente en nuestra rutina, es muy probable que termine por grabarse en el “disco duro” de nuestro cerebro en forma de hábito. Esta repetición hace que poco a poco el esfuerzo por realizar esa acción disminuya considerablemente, e incluso logremos ejecutarla sin pensarlo.


Para cambiar un hábito se necesita:

 Intención (por deseo u obligación) + saber cómo hacerlo + frecuencia. 

 ¿QUE SON LOS HÁBITOS? 


    Un hábito es el resultado de una acción que repetimos frecuentemente de forma automática. Si nos fijamos, en nuestro día a día repetimos muchos hábitos, como quitarnos los zapatos al entrar a casa, apagar las luces antes de salir, cepillarnos los dientes, entre muchos otros. Son todas esas acciones que realizamos de forma mecánica, porque ya las hemos repetido un número de veces suficiente para que queden grabadas en nuestra rutina, y por tanto no requieren que les prestemos atención o esfuerzo para llevarlas a cabo. 

  Según investigadores de la Universidad de Duke, “los hábitos representan aproximadamente el 40% de nuestros comportamientos en un día determinado”. Es decir, casi la mitad de lo que hacemos a lo largo del día, lo repetimos de forma automática porque siempre lo hemos hecho así. 

    Por el contrario, cuando realizamos una actividad que es nueva para nosotros, necesitamos mucha motivación y esfuerzo para realizarla. La ventaja de un hábito es que se automatiza, de tal forma que sin pensar se ejecuta. 

    La desventaja es que algunos de esos hábitos incorporados en nuestro estilo de vida, probablemente no sean saludables y estaremos repitiéndolos una y otra vez a pesar de que perjudiquen nuestro bienestar.

 “Un hábito poco saludable trae consecuencias negativas a tu salud física, mental, emocional y/o social.”

 Lo importante es aprender cómo se formaron estos hábitos poco saludables en nuestra vida y, sobre todo, cómo formar mejores hábitos en su lugar

lunes, 6 de febrero de 2023

 

Algunos datos para tener en cuenta!

 

    Hemos llegado a la certeza de que podemos generar un cambio el cual promueva nuestra salud.  Esto se realiza a través del cambio en nuestras acciones y lograr establecer que esos cambios se conviertan paulatinamente en hábitos saludables. Así reemplazarlos por los actuales, que hemos identificado como negativos para nosotros.

 

    Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que nunca es tarde. Y que todo momento es favorable para poner en marcha un gran cambio en nuestro estilo de vida. Es tan común detenernos antes de empezar un cambio; porque, aunque la intención este no sabemos por dónde empezar. Hay un secreto, lo único que se requiere al principio es intentarlo. Es natural tener cierta resistencia al cambio. Pues tememos al fracaso, sobre todo si ya lo hemos vivido. Sin embargo, una de las mejores formas de evitar sentir esta resistencia es pensar que no hay inicio ni fin para lograrlo.

 

    Un punto a tener en cuenta, es el proceso, y ganar esa pequeña batalla diaria.  Solemos plantearnos objetivos de máxima, los cuales son importantes, pero que en muchos casos solo funcionan como elementos de frustración.

 

    Al inicio de cambios en nuestra vida cotidiana es de vital importancia focalizarse en el proceso, y no en el resultado.  Pues el mismo se alcanzará logrando esos cambios actitudinales cotidianos. Incorporar una alimentación mas saludable y actividad en nuestro hacer habitual.


    Es mejor enfocarse en el proceso, confiando en que el sistema de cambio que nos propusimos es realmente efectivo.

viernes, 3 de febrero de 2023

 Beneficios de la actividad física y la reducción del sedentarismo


    Se ha comprobado que llevar una vida activa alarga la vida. Si además tenemos en cuenta que aumenta el bienestar, significa que siendo personas activas podemos disfrutar de una mejora en la esperanza y calidad de vida. Es decir, vivir más y mejor.


    La evidencia científica demuestra que la actividad física practicada con regularidad, es decir, todos o casi todos los días de la semana: 

 • Ayuda a mantenerse ágil físicamente. Fortalece los músculos mejorando la capacidad funcional. También, previene la pérdida de masa ósea (osteoporosis). 

• Mejora el bienestar mental, reduce los síntomas de ansiedad y estrés, mejora el sueño y reduce el riesgo de depresión. Además, aumenta la percepción de bienestar y satisfacción con el propio cuerpo.

 • Mejora la función cognitiva, y reduce el riesgo de deterioro cognitivo, incluyendo la Enfermedad de Alzheimer.

• Fomenta la sociabilidad y aumenta la autonomía y la integración social, especialmente en personas con discapacidad. 

• Contribuye a mantener un peso adecuado y reducir la adiposidad; la actividad física es un factor determinante en el consumo de energía, por lo que es fundamental para conseguir el equilibrio energético y el control del peso.


A su vez, reduce el riesgo de desarrollar:

*Obesidad. *Diabetes tipo 2.  *Enfermedades cardiovasculares.  *Hipertensión arterial.  *Cáncer de mama, colon, vejiga, endometrio, estómago, riñón y esófago.  *Hipercolesterolemia (colesterol elevado), aumentando el colesterol “bueno” (HDL) y disminuyendo el “malo” (LDL).

 • En las personas adultas mayores, además de los beneficios ya mencionados, la actividad física disminuye el riesgo de caídas. 

• Mejora la evolución de algunas enfermedades crónicas una vez se han desarrollado, como diabetes (ayudando a controlar los niveles de azúcar), hipertensión arterial, hipercolesterolemia u obesidad. 

 • Reduce la mortalidad por todas las causas y la mortalidad cardiovascular.

 • Muchos de estos beneficios también aluden a personas adultas con discapacidad.

 Algunos ejemplos de cómo aumentar la actividad física y reducir el sedentarismo incorporándolos en la vida diaria: 


 • Incrementar el transporte activo: caminar o ir en bici, o incluirlos al menos como parte del trayecto al desplazarse, combinando con el transporte público (e incluso bajar/subir al transporte público unas paradas antes o después de lo que toque). 

• Realizar descansos activos con sesiones cortas de estiramientos o dando un breve paseo.

 • Usar las escaleras en lugar del ascensor o escaleras mecánicas.

 • Aumentar las actividades al aire libre.

 • El tiempo activo puede ser a la vez tiempo social, se pueden aprovechar las actividades grupales o clases organizadas en el entorno local, o buscar la compañía de amistades o familiares.


Como podemos observar, son modificaciones difíciles al principio (pues implican un cambio estructural, sobre todo a nivel emocional) pero pequeños para poder incorporar en nuestra vida cotidiana. Lo importante tomar la iniciativa  y sostenerlos, en ese momento iniciamos el cambio de hábitos.  


Cuando una persona no alcanza las recomendaciones, se recomienda aumentar poco a poco su nivel de actividad de manera que aprenda a disfrutar con la actividad física. Una forma sencilla de comenzar es incorporar la actividad física en la vida diaria. Cada movimiento cuenta. 


 MENSAJES PRINCIPALES VINCULADOS AL NIVEL DE ACTIVIDAD


1. La actividad física proporciona múltiples beneficios para la salud.

     Realizar actividad física con regularidad puede prevenir y ayuda a controlar muchas de las enfermedades crónicas más frecuentes como enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo 2 y algunos tipos de cáncer.  Además, la actividad física mejora el bienestar mental, reduce los síntomas de ansiedad y estrés, mejora el sueño y reduce el riesgo de depresión.


2. Todas las personas, tanto mujeres como hombres, de cualquier edad y sea cual sea su estado de salud pueden beneficiarse de ser activas físicamente y reducir el tiempo sedentario. 

     Se han consensuado recomendaciones con unos mínimos a alcanzar por grupo de edad, a lo largo de todo el curso de vida.


3. Cualquier tipo de actividad física cuenta, es importante adaptarla a la vida diaria. 

     Hay muchos tipos y formas diferentes de actividad física, y ésta puede integrarse en la vida diaria de múltiples formas: en el trabajo, la movilidad activa (desplazarse a pie o en bicicleta), las actividades deportivas y recreativas, juegos, así como en las tareas cotidianas y del hogar.


4. Con cualquier incremento en tu actividad física se pueden obtener beneficios para la salud, cualquier cantidad de actividad física es mejor que ninguna, y cuanta más, mejor. 

    En aquellas personas que por su capacidad no puedan alcanzar los mínimos recomendados, cualquier aumento de actividad física, aunque sea leve, producirá beneficios para su salud.


5. Las actividades de fortalecimiento muscular y de mejora de la masa ósea benefician a todas las personas. 

     Se deberían incorporar actividades físicas que den prioridad al equilibrio y la coordinación, así como al fortalecimiento muscular progresivo, y adaptadas a la condición física de cada persona, teniendo en cuenta los distintos grupos de edad.


6. Es importante para la salud no sólo practicar actividad física, sino también reducir el tiempo que se pasa en modo sedentario. 

    Para ello, además de realizar actividad física, es importante fomentar los descansos activos y reducir los periodos sedentarios. Asociado a su vez al tiempo sedentario, es importante reducir el tiempo frente a pantallas.


7. Es importante que las opciones para ser una persona activa sean las más fáciles de elegir en los entornos en los que se vive. 

     El entorno en el cual vivimos, centros educativos, universidades o centros de trabajo tiene un papel fundamental en el fomento de la práctica de actividad física y la prevención del sedentarismo, a través del diseño y rediseño urbano que lo facilite, el fomento del transporte activo, espacios para juegos activos, accesibilidad y cercanía a parques, paseos, jardines e instalaciones de actividad física y deportivas, organización de actividades, etc. A su vez, el entorno social de una persona influye también, siendo más fácil realizar actividad física si las personas y comunidades del entorno también la realizan.

    A su vez , es de vital importancia lograr que los ámbitos laborales contribuyan y favorezcan a esa búsqueda de calidad en nuestra salud . 

 La importancia de llevar una vida cotidiana activa


    Cada vez hay más estudios que demuestran la importancia tanto de realizar actividad física como de reducir el sedentarismo, ya que ambos factores tienen una influencia clara en la mejora de la salud, en la prevención de algunas enfermedades crónicas y en la gestión de algunas de ellas y, por tanto, en la calidad y la esperanza de vida de la población.

 Se considera que cada año podrían evitarse entre cuatro y cinco millones de muertes a nivel mundial si todas las personas se mantuvieran más activas físicamente. La inactividad física es considerada como uno de los principales factores de mortalidad prematura en los países de altos ingresos, siendo responsable de alrededor de 1 millón de muertes al año solo en la Región Europea de la OMS. 

    Se estima que, si no hay cambios en la prevalencia actual de inactividad física, se producirán alrededor de 500 millones de nuevos casos de enfermedades no transmisibles prevenibles entre 2020 y 2030 a nivel mundial, con costes de tratamiento por encima de US$ 300.000 millones. 

    El costo acumulado entre 2020 y 2030 en España será de más de US$ 5.170 millones. Según un estudio realizado con datos del Reino Unido, Australia y países asiáticos, se estima que si se aumenta la actividad física hasta al menos 150 minutos a la semana de intensidad moderada en la población mundial (es decir, que se cumpliesen las recomendaciones de OMS de actividad física), habría un aumento acumulativo en el producto interno bruto mundial del orden de 6 a 8,6 billones de dólares durante el período 2020-2050 (considerando los precios de 2019).

    Con estos datos emitidos por la OMS que se representan a nivel macrosocial, tomamos conciencia ya a nivel personal de la necesidad de cambio sustancial en nuestro modo de vida, sobre todo en las grandes ciudades.

jueves, 2 de febrero de 2023

Recomendaciones sobre Actividad Física, Sedentarismo y Tiempo de Pantalla en nuestra Vida Cotidiana 


 A continuación plantearemos un glosario de conceptos interesantes en relacion a  la actividad física habitual, a modo de partida:



Actividad física 

     Se entiende así a cualquier movimiento del cuerpo producido por la acción muscular voluntaria y que supone un gasto de energía por encima del nivel de reposo. La actividad física incluye el ejercicio físico, pero no únicamente; también incluye otras actividades que exigen movimiento corporal pero que se realizan como parte de los momentos de juego, del trabajo, de formas de transporte activo, de las tareas domésticas y de actividades recreativas; estas no se consideran ejercicio físico puesto que su objetivo fundamental no es el mantenimiento de uno o más componentes de la aptitud física. 


    La actividad física es un concepto distinto del sedentarismo. No debemos confundir sedentarismo con inactividad física. Las personas inactivas son las que no alcanzan las recomendaciones de actividad física; por ejemplo, una persona adulta que realice menos actividad física de la recomendada para su edad sería una persona inactiva, pero no por ello podemos decir que sea una persona sedentaria, aunque puede ser frecuente que ambos conceptos se asocien en una misma persona. También puede ocurrir que una persona activa físicamente (es decir, que cumple las recomendaciones de actividad física) sea sedentaria porque pase mucho tiempo seguido sentada, por ejemplo, en el trabajo.



Actividad física beneficiosa para la salud 

    Lo es cualquier forma de actividad física que beneficia la salud y la capacidad funcional sin producir daño o riesgo. En inglés se conoce como HEPA: health‐enhancing physical activity. 



Aptitud (o condición) física 

    Medida de la capacidad del cuerpo de funcionar de forma eficiente y eficaz en las actividades laborales y recreativas; incluye, por ejemplo, un buen estado físico y una buena condición cardiorrespiratoria.



Ejercicio físico 

    Es un tipo concreto de actividad física que corresponde a un movimiento corporal planificado, estructurado y repetitivo, y realizado con un objetivo relacionado con la mejora o el mantenimiento de uno o más componentes de la aptitud física. 



Equivalente metabólico o MET 

    Es una medida de intensidad de la actividad física. Un MET (en inglés: metabolic equivalent of task) o equivalente metabólico es la tasa de consumo de energía en estado de reposo. Metabolismo Basal  Se ha fijado convencionalmente en 3,5 milímetros de oxígeno por kilogramo de peso corporal y por minuto, que es el consumo mínimo de oxígeno que el organismo necesita para mantener sus constantes vitales. Por lo tanto, una actividad con un nivel de 3 MET requerirá un gasto de energía igual a tres veces el gasto en estado de reposo. 

    La actividad física suele clasificarse en términos de su intensidad, utilizando el MET como referencia; así, la intensidad se puede describir como múltiplo de este valor: la intensidad leve corresponde con menos de 3 MET, la moderada de 3 a 6 MET y la vigorosa con más de 6 MET. 


Frecuencia de actividad física 

    Es el número de veces que se realiza esa actividad en un periodo de tiempo. Se suele medir en sesiones o número de veces por semana. 


Inactividad física 

    Hace referencia a un nivel de actividad física que no alcanza las recomendaciones de actividad física. 


Intensidad de actividad física

    La intensidad es el esfuerzo que tenemos que hacer para llevar a cabo una actividad física. Hay distintos niveles: 

• Intensidad leve: te permite hablar o cantar sin esfuerzo mientras la practicas; por ejemplo: caminar a paso lento. (<3 MET). 

• Intensidad moderada: Aumenta la sensación de calor y se inicia una ligera sudoración; Aumenta también el ritmo cardíaco y el respiratorio, pero aún se puede hablar sin sentir que falta el aire. Por ejemplo: caminando a paso ligero (más de 6 km/h) o paseando en bicicleta (16‐19 km/h). (3-6 MET).

 • Intensidad vigorosa: La sensación de calor y sudoración es más fuerte. 

El ritmo cardíaco es más elevado y cuesta más respirar, por lo que resulta difícil hablar mientras se practica. Por ejemplo, correr o ir en bicicleta pedaleando rápidamente (19‐22 km/h). (>6 MET).


Sedentarismo 

    Llamamos sedentarismo a aquellas actividades que realizamos las personas mientras estamos despiertas, que utilizan muy poca energía (gasto energético menor de 1.5 MET), en posición sentada, reclinada o acostada. Los periodos sedentarios son aquellos periodos de tiempo en los que se llevan a cabo estas actividades que consumen muy poca energía como, por ejemplo, estar sentados durante los desplazamientos, en el trabajo o la escuela, en el hogar y durante el tiempo de ocio.


Tiempo de pantalla 

    Se refiere al tiempo que se pasa frente a una pantalla (televisión, ordenador, teléfonos móviles, tabletas, consolas de videojuegos, etc.) y se suele identificar en la mayoría de ocasiones como un periodo sedentario, aunque en la actualidad existen juegos activos que implican una pantalla y requieren actividad física o movimiento. Tiempo de actividad física Es la duración de la actividad. Suele medirse en minutos.


Tipo de actividad física

     La actividad física puede ser de diversos tipos: 

• Actividades aeróbicas: son actividades que mejoran la función cardiorrespiratoria porque requieren que el cuerpo transporte oxígeno utilizando el corazón y los pulmones. Comprenden actividades en las que los grandes grupos musculares se mueven rítmicamente durante períodos de tiempo relativamente prologados (varios minutos o más). También se denominan actividades de resistencia. Por ejemplo: andar, correr, nadar o montar en bicicleta.


 • Actividades de fortalecimiento muscular: son actividades que sirven para desarrollar y fortalecer los músculos y los huesos, incrementan la fuerza muscular ósea, la potencia, la resistencia y la masa. Comprenden actividades de fuerza (aquellas que producen una contracción muscular al vencer una resistencia) y actividades de resistencia muscular (aquellas que mantienen esa contracción). Las actividades de fortalecimiento muscular deben suponer de un moderado a un alto nivel de esfuerzo y trabajar los grandes grupos musculares. Por ejemplo: empujar, tirar, transportar o levantar cosas pesadas (incluido el propio peso de la persona, como al saltar o subir escaleras). 


• Actividades de mejora de la masa ósea: actividades, generalmente, de impacto con el suelo (impacto osteoarticular) que producen una fuerza mecánica de tracción o compresión sobre los huesos, que promueve el crecimiento y fortalecimiento de los mismos. Por ejemplo: correr o saltar.


 • Actividades para mejorar la flexibilidad: son actividades que mejoran la movilidad de las articulaciones, en todo su rango de movimiento. Por ejemplo: los estiramientos suaves de los músculos, hacer gimnasia, artes marciales, yoga o pilates.


 • Actividades para mejorar el equilibrio y la coordinación: el equilibrio y la coordinación son necesarios para las actividades diarias. El equilibrio desempeña un papel muy importante en el control corporal y es la base fundamental de una buena coordinación. Las actividades para mejorar el equilibrio son actividades tanto estáticas como dinámicas orientadas a mejorar las habilidades del individuo para responder a movimientos de balanceo o estímulos desestabilizadores causados por el propio movimiento, el entorno u otras causas. Por tanto, engloban actividades de equilibrio corporal, actividades rítmicas como bailar, practicar yoga, pilates, actividades relacionadas con la conciencia cinestésica y con la coordinación espacial, coordinación ojo-mano (como, por ejemplo, lanzar una pelota con las manos), o coordinación ojo-pie (como cuando damos patadas a un balón). Son especialmente recomendables en personas mayores de 65 años con dificultades de movilidad (debilidad en las piernas o con poca estabilidad) para prevenir el riesgo de caídas.


• Actividad física multicomponente: Consiste en la realización de sesiones, en las que se realicen ejercicios para trabajar la fuerza muscular (pesos libres máquinas de resistencia variable supervisados), la flexibilidad (estiramientos, yoga, pilates), el equilibrio (ejercicios específicos) y la resistencia aeróbica (caminar, pedalear)


Transporte activo/Movilidad activa 

    Se refiere al desplazamiento caminando o en bici, lo que conlleva un gasto energético mayor que otros modos de desplazamiento, y contribuye tanto a alcanzar las recomendaciones de actividad física como a reducir el sedentarismo.




                 El sueño, Descanso reparador 



        El descanso diario es vital para mantener el cuerpo y la mente en buen estado durante todo el día. Sin duda, dormir bien es sinónimo de salud. Todos hemos experimentado esa horrible sensación de estar cansado, irritable, con dolor de cabeza durante el día por haber dormido poco o mal la noche anterior.


     Dormir la cantidad de horas adecuada es fundamental para cualquier persona. Y por supuesto la calidad. Se recomienda dormir entre ocho horas y media y nueve horas cada noche, para reponer la energía gastada durante la jornada (en el estudio, trabajo, deporte, ocio…). Si bien cada organismo es distinto, no menos de siete, de ser menor, no es necesariamente saludable, sino que has adecuado a tu organismo a cierta privación de sueño.


    Un buen indicador es que al sonar el despertador no sintamos un costo emocional para iniciar la jornada.  Has de tener en cuenta que la falta de sueño repercute en todos los aspectos de tu vida: en tu capacidad para concentrarte en en el trabajo, estudiando, en tu estado de ánimo y en tu rendimiento deportivo. 


    Puede que en este momento te estés preguntando si duermes lo suficiente. Pues bien, aquí tienes algunos indicadores que pueden ser patrón de nuestra calidad en el sueño.


Dificultad al levantarte por las mañanas. 

Falta de concentración.

Sueño a deshoras. 

Cambios en el estado de animo , puede eventualmente relacionarse a la calidad del sueño.

Irritabilidad.


    Es indudable que nuestra vida cotidiana, y sobre todo la intensidad de la misma.  dificulta las condiciones favorable a la hora de llegar y promover el momento de descanso. Es importante identificarlas y poder accionar activamente sobre ellas. 

 

Mensajes claves para reforzar 

 

        Para muchas personas, la “nueva” forma de pensar que apoya el cambio en el estilo de vida se caracteriza por la toma de consciencia honesta, la responsabilidad personal por el cambio sostenido en el comportamiento, la predisposición y  voluntad para identificar qué es lo que mejor resultado les da; junto a la perseverancia tras un desliz. 


    Se ha demostrado que las personas que logran bajar de peso y lograr sostener ese descenso tienen varias características en común, entre las que se incluyen:

 *pesarse al menos  una vez por semana, 

*tener un plan para volver a encaminarse en caso de subir de peso, y 

*tener patrones de alimentación regulares. 


     El factor que mejor pronostica el mantenimiento del peso es la actividad física regular. Lo importante es procesar y promover un cambio estructural en cuando a nuestro modo de alimentación y al nivel de actividad física.  


    El lograr establecer metas a largo plazo es importante para mantener los cambios en el estilo de vida, si bien es importante obtener esos primeros resultados que retroalimentan la motivación


    A su vez, el comprender que el logro es a nivel de la persona en su totalidad,  física y emocional.  ese también es un factor de éxito .

 

miércoles, 1 de febrero de 2023

 

Alimentación 


    ¿Comer, o nutrirse? Esa es la cuestión. 

    Comer no es lo mismo que nutrirse. Engullir alimentos sin pensar en lo que se hace, puede llevarnos a que nuestro organismo comience a tener problemas de salud.


    La Nutrición es la ciencia que se encarga de darnos los conocimientos necesarios para alimentarnos de forma correcta y que no se produzcan deficiencias ni a corto ni a largo plazo. Es un proceso biológico mediante el cual el organismo asimila los alimentos y los líquidos necesarios para el funcionamiento, mantenimiento y el crecimiento de sus funciones vitales. 


    Muchas veces se utilizan como sinónimos nutrirse y alimentarse, siendo la diferencia fundamental que la nutrición conlleva unos procesos involuntarios que acontecen después de la ingesta de los alimentos, mientras que la alimentación es el acto de comer, y es totalmente voluntario, nosotros debemos ser capaces de elegir qué, cuándo y cómo comemos. La alimentación es por tanto la que va a dar a nuestro cuerpo el suministro imprescindible para: construir y renovar sus células y tejidos. mantener sus procesos internos de funcionamiento (respiración, digestión, metabolismo). obtener energía para poder trabajar, hacer deporte, etc. 


    En estas lecturas, nos parece fundamental, que podamos trabajar y focalizar en  nuestra autonomía. Una vez finalizado este tema, debes ser capaz de hacer tus propias dietas, bien de forma equilibrada o bien para ganar o perder peso según sea necesario, o simplemente apuntando a un equilibrio en nuestra conducta alimetaria.

 

 

La dieta equilibrada 


    Para que una dieta sea equilibrada y no falte ni sobre ningún nutriente debes tener intentar: 

1. Aportar la proporción correcta de hidratos de carbono, grasas y proteínas.

 2. Que contenga las suficientes vitaminas y minerales que sirvan de catalizadores para la obtención de energía. 

3. Distribuir adecuadamente el aporte alimenticio a lo largo del día. 

4. No olvidar mantener una buena hidratación.

 

Hábitos y estilos de vida saludable

 

 

      Llamamos hábitos saludables a todas aquellas conductas que tenemos asumidas como propias en nuestra vida cotidiana y que inciden positivamente en nuestro bienestar físico, mental y social. 

       Dichos hábitos son principalmente la alimentación, el descanso y la práctica de la actividad física correctamente planificada. En estas notas pretendemos pautas básicas para llevar una alimentación saludable equilibrando nuestro consumo y nuestro gasto calórico.

         Pretendemos reflexionar sobre si damos a nuestro cuerpo todo el descanso que necesita y sobre si en nuestro estilo de vida incluye prácticas de actividad  física continuada y sistemática.