martes, 25 de junio de 2019

Beneficios de la actividad física


    La actividad física regular de intensidad moderada —como caminar, montar en bicicleta o hacer deporte— tiene considerables beneficios para la salud. En todas las edades, los beneficios de la actividad física contrarrestan los posibles daños provocados, por ejemplo, por accidentes. Realizar algún tipo de actividad física es mejor que no realizar ninguna actividad. Volviéndonos más activos a lo largo del día de formas relativamente simples podemos alcanzar fácilmente los niveles recomendados de actividad física.
    La actividad física regular y en niveles adecuados:

  • mejora el estado muscular y cardiorrespiratorio;
  • mejora la salud ósea y funcional;
  • reduce el riesgo de padecer hipertensión, cardiopatía coronaria, un accidente cerebrovascular, diabetes, diferentes tipos de cáncer (como el cáncer de mama y el de colon) y depresión;
  • reduce el riesgo de caídas y de fracturas vertebrales o de cadera; y
  • es fundamental para el equilibrio energético y el control de peso.

   La insuficiente actividad física, que es uno de los factores de riesgo de mortalidad más importantes a escala mundial, va en aumento en muchos países, lo que agrava la carga de enfermedades no transmisibles y afecta al estado general de salud de la población. Las personas que no hacen suficiente ejercicio físico presentan un riesgo de mortalidad entre un 20% y un 30% superior al de aquellas que son lo suficientemente activas.

martes, 18 de junio de 2019

Como equilibrar nuestro sistema metabólico


      Los especialistas recomiendan la ingesta de proteínas magras durante el día, acompañando con verduras crudas en el almuerzo y verduras cocidas en la cena; además de hacer media hora al día de actividad física como mínimo, nos recuerdan que los genes que adelgazan se activan con el movimiento deteniendo la producción de insulina.
 Consejos básicos para equilibrar nuestro sistema metabólico:


    La hidratación. Es fundamental beber 2 litros de agua mineral baja en sodio al día. El ser humano puede vivir semanas sin comer, pero no sin estar hidratado. Muchas veces se confunde hambre con sed. Ante la duda, mejor beba y estará colaborando con la disolución de glucosa.
    Los carbohidratos complejos. Ingerir alimentos que contengan calidad nutricional: es importante recordar que la función es tratar de inhibir el genotipo ahorrador suprimiendo la ingesta de carbohidratos simples con pequeños hábitos; estos pueden ser reemplazar el azúcar por estevia y las harinas refinadas, intentando variarlas por las que son libres de gluten y TACC (mijo, mandioca, soja, maíz, garbanzo, almendras o castañas). Adquirir en nuestra dieta diaria carbohidratos complejos, como vitaminas, fibras y minerales (presentes en legumbres, frutas, verduras, aceites vegetales).
    Las proteínas. Consumir  proteínas magras durante el día, desde el desayuno, hasta en la cena. Las carnes (sobre todo las blancas) son macronutrientes: queman calorías en el proceso mismo de la digestión y producen más saciedad, lo cual nos ayuda a perder peso y ganar masa muscular.

jueves, 13 de junio de 2019

El Sistema Metabólico

       Hemos planteado la necesidad de una alimentación saludable y equilibrada en diversas oportunidades. Y la adquisición de hábitos alimenticios como parte fundamental de la promoción de la salud. A su vez también se observan personas de diversa fisionomía.

       La medicina anti-eging y re generativa plantea aspectos fundamentales referidos a nuestro sistema metabólico , por supuesto individual a cada organismo. Plantean que con el paso de los años, nuestro sistema metabólico se va pausando y comienza a trabajar en forma lenta, transformando el alimento en grasa en vez de convertirlo en nuestra fuente energética. Las investigaciones han demostrado que la fórmula más avanzada para bajar de peso y equilibrar nuestro sistema metabólico está basada en dieta genética antiinsulínica.

       Son varias las causas que pueden estar afectando y perjudicando al sistema metabólico: la incorrecta hidratacion, los problemas de tiroides, llevar una dieta basada en carbohidratos refinados y comida procesada, el hongo cándida, el estrés, entre otros.En todo sistema metabólico actúa la glucosa (presente en azúcares y harinas refinadas). Y los carbohidratos simples, como la glucosa, son adictivos.  Cuando consumimos este tipo de alimentos, la energía que contienen los alimentos que ingerimos se transforma en grasa y no en el combustible que necesitamos para todo lo que hacemos, desde movernos hasta pensar o crecer. Cuando nuestra organismo no trabaja al ritmo que necesitamos, almacenamos la grasa en lugar de gastarla. Para revertir este proceso incorrecto, debemos ocuparnos de darle mayor calidad al combustible orgánico. Es la forma de poder controlar el gasto energético

miércoles, 5 de junio de 2019

La Obesidad II

   En la regulación de la ingesta alimentaria están implicados el sistema nervioso central y periférico, el sistema endocrino, el sistema gastrointestinal y el tejido adiposo.

   El tejido adiposo es uno de los mas abundantes en el organismo. Vale aclarar que el mismo no es solamente un deposito de energía, ya que se comporta como un órgano con funcionamiento endocrino.

   El adiposito (célula constitutiva) produce una serie de sustancias las cuales regulan la ingesta, el gasto energetico y sobre todo la respuesta inflamatoria .  una de ella , la leptina, es la que regula el nivel de grasa en el organismo. En la mayoria de las personas con obesidad se presenta una leptino-resistencia, es decir , la leptina no puede informar adecuadamente de las reservas de grasa del organismo.

   El exceso de grasa acumulada, sobre todo a nivel abdominal, produce un estado inflamatorio resistente a la insulina, dando lugar a un posible síndrome metabólico.

Riesgos asociados

   La cronicidad en el sobrepeso u obesidad aumentan significativamente los riesgos de padecer enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos (infarto, insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular); hipertension arterial y diabetes tipo 2, aumento de ácido úrico en la sangre, y valores alterados con con sus consecuencias negativas a nivel general del organismo. Es decir, se somete al organismo en su conjunto a un estado crónico de alteración e inadecuacion en su funcionamiento.