Personas con Psoriasis

Los cuadros de psoriasis se asocian con una significativa morbilidad psico¬social y con una gran disminución de la calidad de vida para las personas que la sufren. Generan una modificación significativa en muchos aspectos de su vida cotidiana. Les compromete la piel y eventualmente las articulaciones, les aumenta el riesgo cardiovascular, genera alteraciones metabólicas y además les daña en su propia identidad.

Los pacientes sienten que las personas en general subestiman el impacto que el problema tiene en sus vidas. La carga de tener psoriásis se extiende más allá de los síntomas físicos observables. El efecto psicosocial en el paciente puede ser dramático.

La severidad de la enfermedad es clásicamente medida en términos de la apariencia física de las lesiones y de la superficie cor¬poral total comprometida (BSA), el Índice de Área y Severidad de la Psoriásis (PASI), etc., pero, por otro lado, la gravedad clínica no siempre se correla¬ciona con el grado de compromiso percibido por los pacientes. Los aspectos psicosociales y físicos de la psoriásis interac¬túan y se influencian unos a otros de manera recíproca para crear el cuadro clínico global de la enfermedad.

En un sentido práctico, la severidad de la psoriásis es un problema principalmente de calidad de vida (QOL). Por ello, sólo tomando en cuenta los efectos físicos y psicosociales se podrá lograr una mejor aproximación a la realidad de los pacientes.

Por esta razón se aborda el cuadro de enfermedad clínica desde una perspectiva en la cual la persona en su totalidad es la afectada y la necesidad de una mirada integradora para su recuperación.

Se destaca el valor de la psicoterapia Grupal para superar los brotes y mantener controlada la enfermedad.

Las Terapia Grupales aplicadas para enfermedades de origen dermatológico ofrecen al paciente ventajas como: El apoyo y retroalimentación del resto de los componentes del grupo y del terapeuta, la reducción del aislamiento en el que viven muchos pacientes, la oportunidad de observar las respuestas psicológicas, emocionales y conductuales y la interacción entre las personas del grupo.


Objetivo General:

Contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de los pacientes que sufren de Psoriásis.


Objetivos Específicos:

Brindar un espacio de contención.

Mejorar el conocimiento que el paciente tiene de su patología con la convicción de que esto lo tranquiliza y ayuda a enfrentar mejor su problemática, pudiendo en muchas ocasiones frenar su escalada de búsqueda de ayuda por motivos somáticos.

Confrontarle con la existencia de otras personas con su misma problemática, tranquilizándole ante la evidencia de que a otros les pasa lo mismo.

Generar la sensación que él mismo pueda enfrentar la situación y sentirse actor de su propia mejoría.

Prevenir abandonos, potenciando la adhesión al tratamiento que le sea indicado por su médico dermatólogo.

Sensibilizarle ante cualquier otra área disfuncional de su vida, así como acerca de la importancia de los aspectos relacionales, ya sean familiares o sociales.

Promover hábitos de vida saludables.