Es frecuente hablar de promoción y
prevención como si fueran una misma cosa, pero habría razones las cuales
justifican una diferenciación.
Los profesionales que se ocupen
de prevenir la enfermedad consideran exitosa su gestión en cuanto logren que
los individuos estén exentos ella, es decir, de enfermar. Sin embargo sabemos que, además, dichas
personas pueden progresar hacia estados de mayor salud, es decir de mayor
fortaleza estructural, mayor capacidad funcional y mayores sensaciones
subjetivas de bienestar. Este es, en esencia, el verdadero sentido de la promoción
de la salud, es decir, tratar de que esta alcance un nivel optimo.
Podríamos ver esto como niveles o
grados, es decir alejarnos de la enfermedad para acercarnos a la salud.
Las conductas individuales y la formación de hábitos, pueden tender a ese
objetivo, tanto a nivel físico como emocional, pues en todo momento vemos al
individuo como un todo.
Volvemos a los conceptos
originales, la prevención es relativa a la enfermedad, es decir, la búsqueda la
su ausencia, enfoca la salud pero con un enfoque negativo. Aclaro que no negativo en cuanto a malo, sino
en cuanto a una mirada exclusiva de ausencia.
Mientras que la promoción tiene una mirada profundamente
positiva, habla de búsqueda, de mirada hacia.
Apunta hacia la vida, el
desarrollo y la realización del ser humano.
La prevención pertenece a ámbitos
clínicos y su objetivo es evitar la enfermedad especifica ( esto se da a través
del estudio clínico concreto , la vacunación, etc) la promoción, esta vinculada
a ámbitos cotidianos y sociales , estimula la exposición a factores protectores
de la salud y promueva la adopción de hábitos y estilos de vida saludables.
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